Ser feliz ante la adversidad

Debió ser interesante escuchar las experiencias de una persona que, pese a ser diagnosticado de diabetes tipo 1 a los 24 años, no obstante, decidió, dando muestra de gran gallardía, en contra de los consejos de los facultativos, dedicarse al alpinismo, afición que le ha permitido realizar 18 expediciones al Himalaya, escalar también en los Andes, sin olvidar los Alpes y acaba de regresar de la Antártida.
Josu Feijoo nos confiesa que sentir que tocas el cielo es una de las sensaciones más maravillosas del mundo y que la diabetes es una enfermedad para vivir con ella, no por y para ella y que escala con dos compañeros: mi amigo John y la insulina. Por eso la compenetración debe ser total, pues de sufrir una descomposición a 7.500 metros estaría muerto. Nada de eso le asusta y se ha propuesto un nuevo reto, el más difícil todavía, convertirse en el primer astronauta diabético que conquistará el espacio, desde ese inhóspito lugar experimentará nuevos métodos de medicarse, será un conejo de indias medicinal.
Quizás no sería necesario abundar en más detalles, con lo contado es más que suficiente para sacar conclusiones, para comprender que cuando la enfermedad nos acosa no que da otro remedio que combatirla con decisión y coraje. Plegarse a ella, dejar que psicológicamente te vaya debilitando mentalmente es un gran error. No todas las patologías permiten al enfermo defenderse de ellas con las mismas armar, incluso contra algunas no cabe defensa posible, por su maldad, por la inmediatez de su desenlace, pero, cuando es posible, es preciso convertir sus consecuencias en aliadas. Probablemente este valeroso deportista jamás se hubiera atrevido a acometer las hazañas descritas, la enfermedad le ha hecho fuerte, más fuerte mentalmente.
Todos conocemos en nuestro entorno a seres que adoptan diferentes actitudes aun siendo parecida la incidencia que la enfermedad ejerce sobre ellos. Es vital tener la mejor disposición para convivir con ella, para combatirla cuando nos es posible. Josu Feijoo lo ha conseguido, se siente útil, es feliz, a pesar de que con tan sólo 24 años le pronosticaron que su futuro, al menos, sería duro y complicado. Todo un ejemplo a seguir, una lección de vida.

Leido en Fundación diabetes origen El Faro de Murcia.